Incumplimiento de obligaciones extraterritoriales de China en Brasil

 
 

En 1993 China estableció con Brasil su primera Asociación Estratégica con un país sudamericano y desde entonces el mercado brasileño es prioritario para las exportaciones chinas y su principal importador de recursos naturales, especialmente sobre productos agrícolas, metales y minerales. En el 2004 ambos países establecieron un importante mecanismo bilateral: el Comité de Coordinación y Cooperación de Alto Nivel China-Brasil (COSBAN). Entre el 2008 y 2012 las mayores adquisiciones y fusiones con empresas chinas se hicieron en las industrias de carbón, petróleo y gas natural, y más recientemente las industrias de la generación electricidad y manufacturas, con empresas como China Three Gorges Corporation, State Grid Corporation of China y State Power Investment Corporation. Entre las operaciones más importantes se cuentan la compra de una participación del 95% en CPFL Energía SA, la mayor empresa privada de distribución de electricidad de Brasil, la compra por parte de China Three Gorges de los activos de Duke Energy (que incluyen los proyectos de energía hidroeléctrica como Jupia, Soltería y Sao Manoel), y la compra por parte de State Power Investment de la estación hidroeléctrica Sao Simao.

Asimismo, desde el 2007 hasta el 2017 los bancos chinos han prestado a Brasil alrededor de USD 42 mil millones de dólares, lo que le convierte en el receptor más grande de préstamos chinos en la región después de Venezuela.  Aproximadamente un 85% de los préstamos han sido otorgados por el Banco de Desarrollo de China y más de la mitad de los préstamos se los ha concedido a Petrobras. Las inversiones directas chinas en Brasil se encuentran principalmente en las adquisiciones y fusiones con compañías brasileras y extranjeras que operan en proyectos ya existentes.

VIOLACIONES A LOS DERECHOS HUMANOS

Incumplimiento de la convención 169 de la OIT: El proceso de implementación de la planta São Manoel, hecho por la empresa ESSM, no cumplió el artículo 6 del Convenio 169 de la OIT, que prevé la consulta libre, previa e informada de los pueblos indígenas sobre acciones en sus territorios, incluso desatendiendo el protocolo de consulta del pueblo Munduruku. Además, el Plan Básico Ambiental Indígena (PBAI) del emprendimiento fue hecho de forma arbitraria sin la participación de las etnias Kayabi, Apiaká y Munduruku que viven a orillas del río Teles Pires, y muchas veces apenas repitiendo lo que estaba previsto en el PBAI de otra Hidroeléctrica: Teles Pires (CHTP). Los impactos de la implementación de la Usina São Manoel ya se vienen sintiendo desde el año 2013, y las compensaciones no acompañan el ritmo de los daños causados. El Foro Teles Pires preparó un dossier independiente mapeando las degradaciones ambientales e impactos sociales.

Cambios en el ecosistema del Rio: El nivel del río Teles Pires ha variado drásticamente, desde agosto de 2017. La alteración de las aguas no fue un efecto del flujo natural del río, sino del inicio de las pruebas del llenado del depósito de la Hidroeléctrica São Manoel. Sumados a esto, los impactos sinérgicos y acumulativos resultado del barramiento del rio, alteraciones en el flujo migratorio y composición del agua están generando cambios ecológicos en el pescado y tortugas base de la alimentación de los Pueblos Indígenas.

Posible extinción de ictiofauna: La bibliografía sobre la ictiofauna de la región apunta a la existencia de especies sólo encontradas en este ecosistema y alteraciones bruscas, en especial considerando la operación conjunta de todos los emprendimientos previstos en el río Teles Pires, podrán llevar a la extinción de éstas. En especial la construcción de la escalada del pescado por la hidroeléctrica São Manoel, sin considerar las sinergias con otras tres hidroeléctricas que han impactado la cadena ecológica del pescado y por la operación de las usinas de Teles Pires y São Manoel.

Daños espirituales: Los daños espirituales causados ​​por la implementación de los emprendimientos en el río Teles Pires ya se muestran de gran impacto para los pueblos de la región, hecho que motivó la ocupación pacífica del cantero de la Usina São Manoel en julio y octubre de 2017, que reclaman reparaciones por las violaciones de sus lugares sagrados.

Planos de Compensación Ambiental Equivocados: La Usina São Manoel forma parte de un COMPLEJO de cuatro emprendimientos implementado en el río Teles Pires, que sin embargo fueron teniendo sus planes de compensación ambiental emitidos de forma independiente, sin considerar los impactos previstos en el estudio de impactos ambientales. Sin conexión con las mitigaciones de los impactos los planes de compensación se convierten en una lista de compra que utilizan las empresas para garantizar sus intereses frente a las comunidades.

Incumplimiento de acuerdos: En julio y octubre de 2017, en el marco de las manifestaciones de las comunidades indígenas Munduruku frente a los impactos ocasionados por la UHE São Manuel, el consorcio EESM liderado por CTG Brasil, solicitó a un Juez Federal un “Interdicto Prohibitivo” de la fuerza policial. El Juez rechazó tal solicitud y en su lugar hizo un llamado al diálogo entre indígenas, empresas y gobierno. No obstante, el gobierno y empresas no cumplieron con los acuerdos del diálogo, y en octubre de 2017 se reactivaron las protestas. En esta segunda ocasión, EESM logró que se promulgara el “Interdicto Prohibitivo”; y el Ministerio de Minas y Energía solicitó al Ministerio de Justicia la militarización de territorios indígenas para proteger la construcción de la represa. El 1 de marzo de 2018, el Ministerio de la Seguridad Pública confirmó la extensión de la medida por otros 90 días. Actualmente, la criminalización a las comunidades indígenas se mantiene, a pesar de que sus demandas se refieren al incumplimiento de acciones de prevención, mitigación y compensación de los daños sociales y ambientales.